miércoles, 14 de marzo de 2007

GASTRONOMIA vs. ARTE EFIMERO

Un pan con tomate es más bello que la Victoria de Samotracia. Un cocido contiene más carga conceptual que un Tápies. La perfección de una tortilla de patatas es tan fascinante como el David de Miguel Ángel. Una buena empanada gallega hace babear más que cualquier obra de Barceló. Para convertir en extraordinario lo cotidiano y lo extraordinario en cotidiano, necesitamos sublimar todo aquello que tocamos: lo que se mira, se toca, se lee, se tiene que transformar en belleza. Nos alimentamos de poesía, música, escultura, sexo, pintura, cine, fotografía. Pero no podemos olvidar sublimar y transformar el bello instinto alimentario. Su potencial de belleza vendrá básicamente del gusto y del olfato, pero también si queremos, del oído, la vista y el tacto. Aquello que comemos también se puede convertir por imaginación o tradición, por misterio creativo o alquímico, porque somos aquello que comemos, por placer gustativo o composición pictórica, en obra de arte. Pero ninguna otra obra permitirá una interacción tan estrecha entre el artista, la obra y el espectador: El espectador ingiere la obra. Cada molécula de la obra pasa a formar parte del espectador y quien sabe si generará otro acto creativo en su cerebro. Finalmente, cerrando el círculo de misterio creativo, el espectador cagará la obra. Bello como el encuentro entre un ajo y un vaso de aceite sobre la mesa de la cocina. Es evidentemente un arte efímero. Pero hemos crecido y subsistimos ingiriendo pequeñas obras de arte: sólo nos falta decidir que lo son”.
AUTOR DESCONOCIDO

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Discurso breve y comida larga, A comeeeeerrrr!!!, Que puteria Alex!!!

Marta Elena dijo...

Hola! bienvenido, no serás mi amigo, pero alguito hemos compartido, te voy a anexar a mis links
Exito